Bolsos
Considerado un accesorio indispensable en la actualidad, nadie sabe con exactitud en qué momento de la historia tuvo lugar la creación del bolso. Muchas de las marcas que conocemos hoy en día empezaron fabricando equipajes como es el caso de Hermès o Louis Vuitton. Hasta 1920, los bolsos podían ser de pequeñas dimensiones, para las damas de la clase alta, o más grandes, para las mujeres trabajadoras. Fue en esta década cuando surgieron los pochettes o bolsos que se llevaban debajo del brazo tan populares hoy en día gracias al Pouch de Bottega Veneta.
En 1937 cuando Hermès inventó el Kelly y no obtuvo su popular nombre hasta que apareció colgado del brazo de Grace Kelly en 1956. También en la década de los 30, Louis Vuitton creó el Speedy –su nombre es un homenaje al imparable desarrollo de los medios de transporte, Coco Chanel inventó el 2.55, un bolso de piel guateada con asa de cadena que tenía el objetivo de liberar a las mujeres de la esclavitud que suponía el bolso de mano.
En 1975, Loewe creaba el Amazona y en 1984 nació el Birkin de Hermès en honor a Jane Birkin y fruto de un encuentro casual en un avión entre Jean-Louis Dumas, director artístico de la firma, y la actriz y cantante inglesa, que se quejó de no encontrar un modelo en el que cupieran todas sus pertenencias. En los años 90s se crean algunos de los bolsos más emblemáticos como el Lady Dior en 1995.
Dos años después, en 1997, Silvia Venturini Fendi inventaba el Baguette: un bolso rectangular con asa corta para ser llevado bajo el brazo, de ahí su nombre, que ha protagonizado un asombroso resurgimiento tanto en el caso de las versiones vintage como en sus reediciones. Otro regreso exitoso ha sido el del Saddle de Dior, un modelo inspirado en las sillas de montar a caballo creado por John Galliano en los 2000 que la nueva diseñadora de la casa Maria Grazia Chiuri ha rescatado del olvido.
Son algunos de los must míticos, atemporales.