Las botas Dr. Martes negras de estrellas enamoran. En 1960 una pequeña factoría inglesa de Cobb’s Lane alumbraba el primer par de Dr. Martens. La idea básica es la de un zapato económico, reforzado y útil para la maraña de labores físicas.
Durante años, la función de las botas Dr. Martens fue que la clase obrera tuviera acceso a unos zapatos de calidad, resistentes y que no tuvieran que reemplazarse a medio plazo: policías, bomberos, albañiles o carpinteros empezaron a llevar las Dr. Martens. Entonces, estas botas deseadas por todo el mundo dieron el salto a la moda y al arte. Fue Pete Townshend, de los Who, la primera celebridad que lució unas Dr. Martens y el responsable del desmadre de ventas que sufrió la marca a partir de los años 70. Estas botas se había afianzado en el universo punk, o en ámbitos como el de los rude boys. En Londres adoptaron las Dr. Martens como símbolo de rebeldía y carácter.
El segundo gran salto de popularidad se produjo a finales de los 80, principios de los 90, en Seattle. Hasta aquel entonces, el salto oceánico de las botas Dr. Martens se había limitado a la escena neoyorquina. Con el grunge, los discos de platino, los códigos de vestuario de Nirvana y Pearl Jam influían en el auge de venta y popularidad de las botas. Además se crea así un culto que se mantiene en el tiempo.
Las 1460 están en plena floración. Un diseño de estrellas con detalles de fondo negro impreso en Backhand, una piel suave efecto ante y resistente. Estampados de estrellas en contraste con siluetas robustas, el vasto legado de Dr. Martens continúa. Unas botas asentadas sobre la suela Smoke y acabadas con el icónico pespunte amarillo. Hechas para durar más que la temporada.
Un modelo nacido el 1/4/60. Y de ahí su nombre.
Estas botas se han convertido en un clásico a lo largo de seis décadas. En Backhand, una piel que es tan cómoda, como suave al tacto.
Actualmente, las botas Dr. Martes desfilan por las pasarelas, reinventando de nuevo el rol de este calzado. Con la inyección de la industria de la moda y su actualización cromática (nuevos colores, nuevos estampados) las botas Dr. Martens vuelven a lucirse como ese complemento multiusos apto para todos los públicos que, a pesar de ello, se las ha ingeniado para no perder jamás el halo de culto que arrastra desde hace más de 40 años. Si hay alguna marca en el mundo que no haya renunciado jamás a su singularidad, esa es Dr. Martens: capaz de vestir cualquier look.
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