Fue mi primera diseñadora de calzado preferida. Por que he tardado tanto tiempo en dedicarle unas líneas a ella, Tabitha Simmons, es una injusticia.
Tabitha Simmons es muy discreta.
Tabitha es una persona con una trayectoria laboral prudente. Inglesa de pies a cabeza, comenzaba sus andaduras estudiando cine en la Universidad de Kingston. Mientras cursaba los estudios, trabajaba en una tienda para costeárselos y le ofrecieron ser modelo. Aceptó y, una vez en el meollo de la industria, comenzaba a hacer trabajos como estilista para publicaciones británicas independientes. El siguiente paso natural para una persona con el talento de Simmons fue directamente llegar a Vogue USA. Hasta la fecha y desde el 2009, se dedica a lo que nadie puede igualarla: el diseño de zapatos.
Para Simmons, los zapatos son los protagonistas que transforman un estilismo. Y lo subscribo. Un vestido cambia por completo en función del zapato con el que se lleve. Sus creaciones son una mezcla de austeridad y excentricidad. Confesaba ser una fan de Manolo Blahnik, del que adula su capacidad para mantenerse firme a su estilo. Se autoproclama también una fan de los tacones.
Tabitha recuerda que, en sus inicios, una mera imagen era su declaración de estilo. Un estilo a la hora de combinar prendas que ha acabado creando escuela y convirtiendo en algo único y reconocible.
Su conyugue, también creador, fotógrafo de moda Craig McDean y residente en la Nueva York de mis sueños, confiesa que, tanto su estilo como sus gustos, son eclécticos. Juntos escuchan a Adele y a Frank Sinatra. Lo mismo que puede ser rocanrolera y apenas unos minutos después ultra femenina.
Juntos, McDean y Simmons, crean en sintonía. El propio McDean dirige un vídeo para promocionar la colección de otoño-invierno de Simmons. Recibe el premio al talento emergente correspondiente a los accesorios en los British Fashion Awards.
Los zapatos de Tabitha Simmons no se parecen a ningunos otros. De hecho, ni siquiera se parecen entre sí: la diseñadora lo mismo crea altísimas sandalias con tacón afilado, que zapatillas de esparto en clave masculina. Y ella es también un poco así: una mezcla de opuestos, de referencias estéticas dispares e inspiraciones iconoclastas. Esa intuición especial para adivinar qué piezas encajan entre si terminó de explotar colaborando con Calvin Klein o Alexander McQueen. Ahí es donde se prendió la mecha creativa.
“Los zapatos significan algo muy importante para mí, siempre los he adorado y me encanta cómo puedes reciclar la ropa a través de los zapatos“, palabras de Tabitha Simmons, desde la experiencia y lo emocional.