La sofisticada Givenchy (1952) es septuagenaria, relativamente joven. Comparada a Chanel, que inicia sus andaduras en pleno bullicio previo a la Primera Guerra Mundial, atrevida y priorizando la libertad de movimiento , la no-ostentación y la simplicidad en los diseños, Givenchy es la siguiente generación: la transformación de la visión ya postguerra, ganando rápidamente su reputación en la moda debido a su meticulosidad en los diseños.
Givenchy guarda sus rasgos a través de las transformaciones. Chanel a penas cambia su simplicidad inicial, tan solo añade detalles.
Tanto Chanel, como Givenchy son notoriedades en la moda parisina actual.
De alta cuna, Hubert de Givenchy llevaba el arte corriendo por sus venas. Doscientos años de marquesado con raíces italianas y un entorno generacional relacionado con las telas, el teatro y la creación le sirven de inspiración a Hubert de Givenchy para dar vida a la marca que lleva su nombre.
Givenchy propone unos diseños trascendentales. Y Audrey Hepburn se viste de Givenchy en ,,Desayuno con diamantes,,
También elige vestir de Givenchy para su boda. Y repite.
Las revistas de moda de la época reconocen a Hepburn entre las mujeres mejor vestidas del mundo. La actriz se convierte en musa y el diseñador le brinda exclusividad.
De Cristobal Balenciaga se declara admirador absoluto y reconoce su influencia en sus proprios diseños. Givenchy y Balenciaga, el tándem que comparte el entender y el hacer de la costura.
El momento que Givenchy se aparta del primer plano de la marca, allá por los ´80 tardíos, la transformación de la estética pasa por las manos de las generaciones prometedoras y recién salidas de la Central Saint Martins londinese. John Galiano aporta su talento, le sigue Alexander McQueen y, finalmente, Riccardo Tisci, quien consigue estabilidad. Givenchy se ve crecer año tras año bajo la dirección creativa de Tisci, quien moderniza y también oscurece el legado de Hubert sin perder ni un ápice de la magia de Hepburn.
Con Riccardo Tisci, Givenchy se vuelve oscuro y místico. Los prints con motivos barrocos, panteras o vírgenes mezclan culturas y estilos urbanos.
La estética de Givenchy consigue unir lo gótico con lo marginado, lo indigente con la iconografia deportiva.
Clare Waight Keller recoge el legado de Riccardo Tisci al frente de Givenchy .El cambio trae una estética femenina y llena de luz.
La transformación coincide con la nueva visión de lo que resulta atractivo. La imagen actual se deja moldear y se vuelve apta para la generación millennial y sus predecesores y tiene un impacto positivo en la percepcion de los estándares de belleza femeninos.
Givenchy está en su cumbre de atrevida modernidad. La belleza es más rica en diversidad, más que todas las generaciones anteriores.
Desde Audrey Hepburn hasta los millennials y mas allá.
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