Está bien sabido que las buenas ideas surgen al prestar atención a tu entorno. La suerte surge igual.
Díez minutos antes de salir de casa, en un día corriente, el último toque de mi look: elegir los zapatos adecuados. Hoy estoy entre los Roger Vivier y los Louboutin. De repente, mil sensaciones me invaden y, al ver los Roger Vivier, empiezo a recordar historias.
Hoy no los llevaré. Sin embargo – y ahí es donde actúa la conjetura de acontecimientos – escribiré sobre ellos.
Roger Vivier, diseñador de zapatos de cuna parisina, siempre ha coqueteado con los suburbios de las orillas del Sena. Este diseñador está a la misma altura que Louboutin, Manolo Blahnik, Alber Elbaz o Tabitha Simmons. Creadores por excelencia. Creadores de obras de arte en su campo.
Vivier estudió arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de la capital francesa. Visión que comparte, de alguna manera, con Tom Ford.
Roger Vivier es quién inventó el tacón de aguja.
Tras las limitaciones que trajo consigo la Segunda Guerra Mundial a la moda, los años 50 fueron la puerta a la exuberancia. Vivier la trasforma en creaciones. Esta reacción contra la austeridad hizo que los tacones creciesen en altura y emanasen fantasía. Los tacones ya existían en las cortes reales, pero el tacón Aiguille es el que abre camino a la creación del tacón de aguja más fetiche de la moda: el afamado stiletto.
De nuevo, el equilibrio se traduce en visión espacial y Vivier, con percepción de arquitecto, desafía la lógica de lo esperado.
En 1953 empieza una fructuosa colaboración con la casa Dior, colaboración que duraría diez años. Vivier es el responsable de la creación de los diseños de zapatos de Alta Costura. Ésta década ven la luz tacones tan originales como el tacón llamado Choc. De forma cóncava, este tacón consigue recordar a una góndola deslizándose entre puentes y canales venecianos.
Desde los años 60 a las colecciones de ahora de Dior, se traslada el tacón que Vivier llamó Virgule. Su nombre lo delata y está inspirado en la forma de una coma. Tan original y venerado por las blogueras. Actualmente, Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, reedita este tipo de tacón en sus colecciones, a partir de 2017.
Roger Viver es un visionario.
Décadas de diseños novedosos que traspasan temporadas y tendencias. Los tejidos y materiales utilizados por Vivier, muy atrevidos en su época, son los más deseados de ahora. Los tacones arquitectónicos empiezan a verse con cada vez más frecuencia.
Roger Vivier es el artista que los propuso. Retro y, a la par, tendencia.
Vivier experimenta con el PVC creando zapatos transparentes tan en consonancia con la innovación de materiales que traía consigo la industria en auge de los años 60.
Solo queda decir que los zapatos de Roger Vivier, estos zapatos de fantasía cumplida, con su guiño al Moulin Rouge de antaño, han fascinado a directores de películas míticos, como Buñuel. En su Belle de jour (1967), los Roger Vivier, que llevaba Cathrine Deneuve, con hebilla rectangular, han traspasado pantalla y generaciones. Y de mis preferidos , los Prismick en ante, que recientemente lucía Olivia Wilde en la película En tercera persona (2013) .
El paseo junto a su amado, con sus tacones Prismick, es lo que a una servidora le lleva a escribir ahora sobre Roger Viver. Geometría traducida al arte.
Roger Vivier ha calzado reinas en sus ceremonias de coronación y por ello y mucho más, es considerado el mejor diseñador de zapatos del siglo XX.