La genialidad de YVES SAINT LAURENT

Comienza la historia, al menos parte de ella, de una de las marcas más relevantes y poderosas de la segunda mitad del siglo XX: YVES SAINT LAURENT. Tanto es así que se llegó a decir en VOGUE que el, Saint Laurent, era un genio. La marca nace en 1961.

Sin embargo, no es posible entender la trayectoria de la firma Yves Saint Laurent sin su otra mitad, Pierre Bergé, el hombre con los pies en la tierra, lo racional frente a lo soñador, al genio creador y desbordante de Yves. Hijo de una institutriz y de un inspector de Hacienda, Bergé decidió mudarse a Paris con el objetivo de ser escritor y periodista. Ambos, Yves y Pierre, se conocían nada más y nada menos que en el entierro de Christian Dior y estrechan lazos en una cena, casi al instante, pocos días después.

La marca Yves Saint Laurent se fraguó, como decía, en 1961, tras el paso del modisto francés que le dio su nombre por la dirección creativa de Dior. Y lo hacía con el firme propósito de acercar más la moda a la calle y a la juventud.

Gran coleccionista de arte, Yves Saint Laurent tuvo el increíble honor de protagonizar la primera exposición retrospectiva a un creador de moda vivo en el Met de Nueva York. Sin embargo, su vinculo con el arte y la cultura no acababa ahí.

En 1965 presentaba al mundo el vestido Mondrian, una prenda diurna y de lana que evocaba la obra del pintor neerlandés. Al año siguiente presentaba las prendas basadas en el Pop Art. Y, por supuesto, creaba el vestuario para un sinfín de películas y otras tantas obras de teatro. Hizo referencia, en casi todas sus colecciones, a los grandes nombres de la cultura europea, parte de su identidad.

La estética Yves Saint Laurent es imponente, sobria, atemporal. Grandes gafas con montura de pasta, prendas en tonos base, blanco y negro, estampado animal. Todo ello reinterpretado, año tras año, sin perder su esencia. TOM FORD pasa por Yves Saint Laurent, se mimetiza con su estética y sigue llevándola a sus creaciones actuales.

1965 fue también el año en que abrió su primera tienda de prêt-à-porter bajo la etiqueta de Saint Laurent Rive Gauche, una línea que se desarrollaba marcada por la liberación sexual y las revueltas estudiantiles, y en la que confluían referencias a los BeatlesKennedyWarhol y a otras revoluciones de la época sin las que no se podría entender el estilo Saint Laurent pero sin el que, probablemente, todas ellas no habrían sido lo mismo.

En el 71, Yves consolidaba el blazer y el traje de chaqueta a rayas, visto más tarde en Dolce & Gabbana, en una colección que marcaba un antes y un después. Le siguieron la colección basada en China, aquella inspirada en África, la que lo hacía en Picasso, en Matisse o en el cubismo.

De los inspirados en aquellos años fructíferos, destaca el bolso MOMBASA, actualmente considerado vintage.

Con todo ello, Yves Saint Laurent dominó los sesenta y los setenta. Dedicó los ochenta a confirmar y depurar su estilo basado en la intención de empoderar a la mujer de libertad. Equiparó su vestimenta a la de los hombres.

Tras la retirada de Saint Laurent, la línea de Alta Costura y el prêt-à-porter quedaban en manos de Tom Ford. Saint Laurent todavía tenía poder de decisión. La marca Yves Saint Laurent pasa entonces a llamarse solo Saint Laurent. Ésta etapa está marcada por una estética rock y grunge. A día de hoy es Anthony Vaccarello quien está al cargo de la dirección creativa. Su primera campaña venía cargada de la polémica por la pose de las modelos.

Atrás, muy atrás, queda aquella considerablemente calurosa tarde del 1 de agosto de 1945, cuando un pequeño Yves celebra su noveno cumpleaños. Frente a una tarta repleta de velas de diferentes colores, lanza un bufido que hace temblar las llamas naranjas para, inmediatamente después, proclamar que, algún día, el nombre de YVES estaría escrito en letras de fuego, en Paris.

Así comienza la historia.